El tenista español Carlos Alcaraz ha compartido su visión sobre la creciente rivalidad con el italiano Jannik Sinner, aclarando que, a pesar de la narrativa mediática, entre ambos existe un profundo respeto y una relación cordial fuera de las pistas.
En una entrevista concedida al Financial Times, el actual número 2 del mundo señaló que aunque 'hablar mal del rival atrae mucha atención' y 'a la gente le gusta la idea de que existe fricción entre nosotros porque eso vende', la realidad es completamente diferente. 'Aunque el tenis es un deporte individual, convivimos con los mismos jugadores cada semana. Jannik y yo, que hemos tenido grandes batallas en la pista, nos vemos mucho fuera de ella. Hablamos, a veces entrenamos juntos. Y al final forjas una buena relación, una relación bonita', explicó el pentacampeón de Grand Slam.
El español actualmente domina el historial de enfrentamientos por 8-5, habiendo ganado en algún momento cinco partidos consecutivos, incluida la épica final del Roland Garros de este año. Sin embargo, Sinner respondió en Wimbledon, rompiendo su racha de derrotas con una victoria en cuatro sets en su segunda final consecutiva de Grand Slam.
Juntos han conquistado los últimos siete torneos de Grand Slam, posicionándose como las dos fuerzas dominantes en el circuito ATP para los próximos años, tomando el relevo del legendario 'Big 3' compuesto por Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic.
Alcaraz, sin embargo, se muestra cauto respecto a las comparaciones: 'El tenis siempre ha tenido grandes rivalidades y grandes jugadores. Es un privilegio que la gente mire nuestros partidos con tanto entusiasmo, pero no tenemos la obligación de hacer lo que ellos hicieron, ni mucho menos. Si no te mantienes firme en tus ideales, en lo que quieres, esa presión puede devorarte'.
Ambos tenistas, campeones previos del US Open (Alcaraz en 2022 y Sinner como actual defensor del título), comenzarán su preparación para el último Grand Slam del año en el Cincinnati Open la próxima semana, tras haber renunciado ambos al Canadian Open.
La expectativa crece sobre la posibilidad de verlos enfrentarse en una tercera final consecutiva de Grand Slam en Nueva York, consolidando así lo que promete ser una de las rivalidades más apasionantes del tenis moderno, caracterizada tanto por su intensidad en la cancha como por su respeto mutuo fuera de ella.