La situación de Raheem Sterling en el Chelsea ha tomado un giro dramático. El delantero inglés de 30 años, que llegó en 2022 procedente del Manchester City como una incorporación estelar, ahora se encuentra completamente marginado bajo la dirección técnica de Enzo Maresca.
Sterling forma parte del denominado 'bomb squad', un término utilizado por la prensa inglesa para referirse a los jugadores no deseados. Con un contrato vigente hasta 2027 y un salario semanal de 375.000 euros, el atacante se ha convertido en un problema financiero para el club londinense, que no consigue encontrarle destino.
Su cesión al Arsenal la temporada pasada no dio los resultados esperados, y la posibilidad de llegar a un acuerdo para indemnizarle por los 35 millones restantes de su contrato parece remota. Según informa la BBC, el Chelsea no está dispuesto a desembolsar tal cantidad.
Actualmente, Sterling comparte esta incómoda situación con otros futbolistas como Axel Disasi y David Datro Fofana, quienes también tienen acceso limitado a las instalaciones del club y están prácticamente apartados de la dinámica del equipo principal.
A pesar del interés mostrado por clubes como la Juventus y el Bayer Leverkusen, el ex internacional inglés parece preferir permanecer en Londres, complicando aún más la resolución de este conflicto que mantiene a una estrella cobrando sin jugar.