Un lamentable incidente empañó la final del Mundial de Clubes 2025 disputada en el estadio MetLife de Nueva Jersey. Tras la contundente victoria del Chelsea por 3-0 sobre el Paris Saint-Germain, se desató una pelea que involucró a jugadores y cuerpos técnicos de ambos equipos.
El entrenador del conjunto parisino, Luis Enrique, se convirtió en el principal protagonista de la polémica al agarrar por el cuello al delantero brasileño Joao Pedro. Según testigos presenciales, el técnico español primero empujó al jugador y luego lo sujetó agresivamente del cuello, provocando que este cayera sobre el césped.
Tras el bochornoso episodio, Luis Enrique intentó justificar su comportamiento: "No tengo problemas en expresar mis emociones al final de un partido tan intenso. Fue una situación muy estresante y trataba de no empeorarla, sino separar a los jugadores. Todos estaban involucrados y esto es simplemente consecuencia de la presión. Es algo que debería evitarse, pero desafortunadamente ocurrió".
El entrenador español añadió que vio cómo su homólogo del Chelsea, Enzo Maresca, también intentaba intervenir, y que la situación se descontroló debido a la tensión emocional general: "Mi único objetivo era evitar que el conflicto escalara. Pero bajo tanta presión, a veces las cosas no salen como uno planea".
En lo deportivo, el Chelsea se coronó campeón gracias a un doblete de Cole Palmer y un gol de Joao Pedro, precisamente el protagonista del incidente. El conjunto francés, que había ganado la Champions League 2025, no pudo hacer frente al poderío inglés en este decisivo encuentro.
Se espera que la FIFA investigue el incidente y podría imponer sanciones disciplinarias a Luis Enrique por su comportamiento. Ambos equipos se tomarán ahora un breve descanso veraniego tras concluir una intensa temporada.