El fútbol argentino ha cerrado la segunda mitad de 2014 con acontecimientos significativos que marcan el fin de una era y el resurgimiento de clubes históricos. Racing Club ha logrado coronarse campeón nacional después de 13 años de espera, devolviendo la alegría a sus aficionados tras más de una década sin títulos. Paralelamente, River Plate ha conseguido alzarse con un trofeo internacional por primera vez en 16 años, confirmando su regreso a la élite del fútbol continental. Estos logros coinciden con el cierre de un ciclo en el fútbol argentino, ya que se ha disputado el último torneo bajo el formato tradicional que los aficionados conocían, marcando un punto de inflexión en la competición doméstica. El 2014 quedará grabado como un año de transición y renacimiento para algunos de los clubes más emblemáticos del país.