El boxeador británico Tommy Fury ha confesado que los últimos seis meses de su vida han sido 'una tortura absoluta', según reveló en un adelanto de su próximo documental para BBC. Fury, quien recientemente regresó al ring después de casi dos años de ausencia, compartió sus dificultades para manejar la fama y la atención pública.

En el avance de 'Tommy: The Good. The Bad. The Fury', que se estrenará el 19 de agosto, el pugilista de 26 años habla con su padre, John Fury, sobre los desafíos que enfrenta: 'Mi vida ha sido una tortura absoluta durante los últimos seis meses. Horrible. Salir en público, que te griten. Y cuando alguien te dice algo, ¿qué se supone que debes hacer?'

Fury atribuye gran parte de estos problemas a las redes sociales y su perfil público, aunque reconoce que son necesarios para su carrera profesional. Antes de su regreso al boxeo en mayo, reveló haber pasado por momentos oscuros tras su separación temporal de Molly-Mae Hague y una lesión en la mano que le impidió entrenar.

En el ámbito deportivo, 'TNT' Fury logró una contundente victoria por puntos contra Kenan Hanjalic en Budapest el pasado mayo. Tras este triunfo, inmediatamente desafió a Jake Paul para una revancha, declarando: 'Jake Paul es un cobarde y está asustado. La mano está arreglada ahora. Te garantizo que la próxima vez te noquearé'.

Por su parte, Paul ha expresado interés en un segundo enfrentamiento, pero critica las expectativas económicas de Fury: 'Él tiene que ser realista sobre lo que vale', comentó el estadounidense, quien incluso contactó a Tyson Fury, hermano mayor de Tommy, para intervenir en las negociaciones.

Aunque ambos púgiles han discutido sobre un posible segundo combate, es probable que Fury dispute una pelea más este año antes de enfrentarse al estadounidense, aunque nada está confirmado oficialmente. Mientras tanto, Tommy disfruta de unas vacaciones familiares en Turquía junto a Molly-Mae y su hija Bambi, tras reconciliarse con su pareja después de una breve separación.