Los Golden State Warriors se mantienen firmes en su postura respecto a la situación de Jonathan Kuminga. Según información reciente, la franquicia de la Bahía no está dispuesta a sacrificar a Buddy Hield o Moses Moody simplemente para facilitar un sign-and-trade de Kuminga, a pesar de las complicaciones que presentan las reglas del Convenio Colectivo (CBA).
El principal obstáculo en las negociaciones es la normativa Base Year Compensation (BYC), que establece que en un posible sign-and-trade de Kuminga, solo se contabilizaría el 50% de su nuevo salario para efectos de compensación. Esto significa que si Kuminga firmara por $22 millones anuales, solo contarían $11 millones para equilibrar salarios en un intercambio.
Según reportó Jake Fischer de The Stein Line, la dirección de los Warriors valora enormemente tanto a Hield como a Moody, y no contempla incluirlos en un paquete únicamente para evadir penalizaciones financieras. "Golden State valora mucho a ambos jugadores", indican fuentes cercanas al equipo, "mientras mantiene altas expectativas de que tanto Hield como Moody sean contribuyentes consistentes que proporcionen el espaciamiento necesario para impulsar la ofensiva de los Warriors en postemporada".
Hield, reconocido como uno de los mejores tiradores de su generación con un 39.7% de efectividad en triples a lo largo de su carrera, y Moody, quien viene de su mejor temporada y apenas tiene 23 años, representan una profundidad perimetral invaluable para un equipo con una estructura de plantilla concentrada en pocas figuras.
La cautela de los Warriors también responde a sus planes de reforzar el equipo. La franquicia todavía espera poder fichar a alguna combinación de Malcolm Brogdon, Al Horford y De'Anthony Melton, y un traspaso inadecuado podría limitar su flexibilidad financiera.
Si los Warriors completaran un acuerdo que afectara negativamente su situación respecto al límite salarial, podrían perder acceso a la Excepción de Nivel Medio para Contribuyentes (Taxpayer Mid-Level Exception), lo que complicaría especialmente la posible contratación de Horford, quien seguramente tendrá otras ofertas de equipos con mayor margen salarial.
La situación de estancamiento con Kuminga, por tanto, no refleja inacción por parte de la directiva, sino las restricciones que enfrentan debido a las complejas reglas del convenio colectivo, mientras intentan mantener competitivo al equipo sin sacrificar activos valiosos simplemente por consideraciones financieras.