El U.S. Open 2025 llega al histórico Oakmont Country Club en Pensilvania esta semana, marcando el tercer torneo major de la temporada golfística. La competencia promete ser intensa, con el número uno del mundo, Scottie Scheffler, como favorito indiscutible según las casas de apuestas.

Scheffler, que regresó de una lesión en su mano derecha a principios de año, ha recuperado su mejor nivel ganando el Byron Nelson, el PGA Championship y el Memorial Tournament con un margen combinado de 17 golpes. Aunque nunca ha conquistado el U.S. Open, sus recientes resultados (tres top-7 consecutivos entre 2021 y 2023, incluido un segundo puesto en 2022) lo posicionan como el candidato principal con cuotas de +275.

El actual campeón, Bryson DeChambeau, aparece segundo en las preferencias (+700 a +750). El poderoso golfista estadounidense atraviesa un excelente momento, finalizando entre los cinco primeros en sus seis torneos disputados desde abril, incluyendo un quinto puesto en el Masters, una victoria en LIV Korea y un subcampeonato en el PGA Championship.

Rory McIlroy completa el podio de favoritos con cuotas entre +1000 y +1500. El norirlandés construyó un sólido argumento como 'mejor jugador del mundo' tras ganar el Pebble Beach Pro-Am, THE PLAYERS y el Masters en un período de tres meses. Sin embargo, su momentum se detuvo con un decepcionante puesto 47 en el PGA Championship (14 golpes detrás del líder) y un corte fallido en el Abierto de Canadá. A pesar de estos tropiezos, su historial en el U.S. Open es impresionante, con subcampeonatos en 2023 y 2024, además de seis top-10 consecutivos desde 2019.

Según Matt Wall, Trader Senior de BetMGM: "Un U.S. Open en Oakmont representa una de las pruebas más difíciles que estos jugadores enfrentarán. Nuestros clientes se inclinan por la calidad probada en el campo, con Scottie Scheffler y Bryson DeChambeau convirtiéndose en pasivos significativos. Phil Mickelson, en lo que podría ser su último intento de conseguir el Grand Slam de carrera, también ha recibido mucho apoyo."

El U.S. Open ha coronado a campeones de diverso perfil en los últimos años, demostrando que este torneo puede ser conquistado tanto por favoritos como por outsiders. La historia reciente muestra que los campos de Oakmont suelen representar uno de los desafíos más exigentes del golf profesional, donde la precisión y la paciencia serán virtudes fundamentales para quien aspire a levantar el trofeo el próximo domingo.